Todo es breve, decimos. Quién podría negarlo.
Vívelo así. No temas.
Cuando en tus manos haya una verdad,
siéntela en lo profundo,
sin desengaños ni lamentaciones,
hasta que la hagas tuya.
Entrará con sus risas y sus lágrimas
en el secreto de tu intimidad,
y tú en el suyo y en lo que te otorga.
Cuánta emoción ocurre
en una vida efímera, porque no hay vida breve,
aunque temamos la fugacidad.
Qué mayor extensión que un solo instante.
Alza los ojos, mira las estrellas:
dentro de ti palpitan
en la mágica noche del solsticio,
la noche en que empezaras
hace ya tanto tiempo a respirar.
Hoy sucede otra vez, y en ella naces.
Se halla tu pobre vida
llena de eternidad, llena de mundos.
Todo está comenzando.
Este principio busca pervivir;
duración que no es grande ni pequeña:
tan solo cumplimiento.
En las estrellas que en tus ojos brillan
y que refulgen en tus ilusiones,
nada hay desbaratado ni sin dueño.
Brota el mirar lo mismo que una música.
No muestra el cielo restos inservibles,
despojos de los días
como los que crepitan aquí abajo
en las hogueras de esta noche hermosa.
Eloy Sanchez Rosillo
Venir desde tan lejos (Tusquets Editores, 2025)