Un precioso milagro que el juego de las combinaciones ha abierto para nosotros, permitiéndonos ser. Podemos sonreír. Podemos volver a sumergirnos serenamente en el tiempo, en nuestro tiempo que es finito; volver a saborear la diáfana intensidad de cada fugaz y precioso momento de este breve círculo.
Carlo Rovelli
Y este reloj de arena
se yergue en un castigo
si encastrado en una rueda
ebrio de luz gira y gira.
Entonces la arena pasa
de una eternidad a otra
sin solución de presente
y el principio y el fin
reproducen la existencia
sin islas donde el tiempo
resida unos instantes.
Pero es una cadena nacida
en la ignorancia del primigenio
error: haber migrado del centro
donde el movimiento es imperceptible.
Sin euforias ni lágrimas
ese lugar existe
aunque el agua persistente
gire sin cesar la rueda
y el agua pase de una estancia
a otra:
en el ombligo del mundo
los relojes de arena enmudecen
quedando sólo el susurro dulce
de los granos de arena que se mueven.
Albert Bellmunt
Bagur, 26 de Juny de 2022