El budismo, así, apuntó al blanco:
desaparecer también es una idea.
Chantal Maillard
Desaparecer
es un camino
que se concreta
difuminándose.
Desaparecer
es un sonido
que se sostiene
silenciándose.
Desaparecer
es el último
receso
de la libertad.
Porque no habrá
vuelta atrás
cuando la niebla
se esvanezca.
Luz o cristal
espejo o desierto
será un clamor
rotundo:
sin el impulso
terco del latido
girará sola
la rueda del mundo
y esa puerta
del amor oscuro
combará la luz
hacia su adentro.
Y no habrá
resplendor último
en los ojos callados
de la memoria:
sólo el murmullo
desesperado
de nuestro amor
desvaneciéndose.
Barcelona, 4 de abril de 2019
A.S.
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