God not only plays dice, he also sometimes
throw the dice where they cannot be seen.
– Stephen Hawking
Existe otro universo donde estás viva
donde estamos juntos en el comedor
hablando tranquilamente del mundo
y de las cosas que pasan quedamente,
donde el azar no ha truncado tu voz
y todo sigue el curso escrito de la vida.
Y yo allí me pregunto por otro lugar
donde las cosas fueron de otra forma,
un universo donde tu no estarías aquí
como estás ahora, hablando y riendo,
y no puedo imaginarme en tal negrura:
ahora la vida fluye por su cauce feliz
y pienso, siento, que este lugar existe.
Recuerdo cuando tirábamos los dados
en las tardes infinitas del hospital
y cada partida era un universo posible
donde tu o yo ganábamos o perdíamos,
un juego amoroso de futuros inciertos
paralelo al combate de tu cuerpo por la vida:
te gustaba jugar, tentar la suerte,
pasearte en la incerteza del azar y jugar
esa gran partida donde tú, finalmente, vencías.
Y en este final feliz posible te reencuentro
y la oscuridad donde ahora escribo se esvanece:
has ganado la partida, la vida sigue,
aunque sólo sea un instante infinito
en este otro universo por azar nacido
de aquellos dados de luz enamorados.