La ruta más difícil es a veces
aquella que se emprende
sin moverse de sitio.
Chantal Maillard
Como el ave atrapada
en una red transparente
donde no falta el aire
pero se apaga el viento
Como el ave cansada,
con las plumas gastadas
y antiguas, y las alas
dormidas en el duelo
Así cortaremos el hilo
que nos cierne al suelo
y volarán las palabras
que atrapan el señuelo
Como el ave inmóvil
que se sabe cautiva
de su propia memoria
y rompe el ancla del tiempo
Como el ave, que después
de un largo eclipse
sin alas y sin canto
reemprende al fin la travesía:
volar y volar de nuevo
más allá del círculo del hambre,
volar donde el sol nos cobije
del frío y de lo inmóvil
volar donde el hielo
no apague el rescoldo de la luz.
Volar siempre y sin descanso:
que el cazador no sepa nunca
donde recalan nuestros sueños
más íntimos, ni su cielo último.
Mudar las alas y recordar siempre
el paraíso perdido del vuelo.
Albert Bellmunt
Ahimsa
Barcelona, Julio 2020
Shetland Island © Carme |