dissabte, 24 de desembre del 2016

Un minut (etern) de felicitat

Avui, en aquesta nit tan màgica i la vegada tan fràgil, vull recordar-te en un d'aquells moments de felicitat que tinc gravats molt endins, que em porten a sentir-te molt a prop meu, com si encara estiguéssim allà mateix, tu i jo, i pogués veure els teus ulls expectants i riallers esperant el moment màgic del conte. Com esperaves l'arribada de la nit, Alèxia! Va ser el nostre racó de pau les primeres setmanes a l'hospital, recordes? 

Et vam regalar una caixeta, que contenia una capseta de música i una bosseta de contes. La durada de la música era d'un minut. Cada nit, a l'hora d'anar a dormir, tancàvem els llums, tu o jo triàvem a l'atzar el conte (eren cartetes), que ja tenia la llargada adient per aquell minut de música, donàvem corda a la capseta i jo et llegia el conte. Recordo que sempre, sempre indefectiblement, t'adormies abans del final del conte. Llavors jo el guardava a la caixeta, deixava que s'acabés la música i mirava tendrament com t'endinsaves, feliç i tranquil·la, endins del somni.

Era el nostre minut etern de felicitat. 

Avui sento, en aquesta llarga nit de Nadal, com ens acarona l’amor immens d’aquelles nits, filla, i ressonen de nou en mi aquells contes i aquella música, com un fanal tremolós de felicitat possible.


El cuento

Todo sucedía 
cuando llegaba el sueño:
apagábamos las luces
de la habitación
y en noche cerrada
abría la cajita,
le daba cuerda
y dejaba sonar
la dulce canción.

Entonces
tomaba una carta 
al azar
y te leía el cuento
de aquella noche
y fuera 
la historia que fuera
tus ojos brillaban
como el primer día,
desaparecía el tiempo
y volvías a ser
la preciosa niña
que esperaba sólo
aquel instante preciso
para ser feliz.

Era sólo un minuto
más o menos
(la cuerda
no era exacta)
pero siempre
al final del cuento
te dormías
tranquila y sosegada
y entrabas en el agua
sigilosamente
como la sirena dulce
de tus sueños
libre y misteriosa,
confiada
en el amor inmenso
de aquella música.

Tu encendías
pacientemente
los trémulos fanales
de aquellas noches
en las que éramos
y soñábamos
desesperadamente
felices.


Coves Noves (Menorca)
5 d'agost de 2010


diumenge, 20 de novembre del 2016

divendres, 21 d’octubre del 2016

Compta amb mi



Fa dies que miro i torno a mirar aquest vídeo, i veig a l'Alèxia ballant, pintant, estimant...un vídeo preciós, càlid, valent, colpidor, una fusió estranya de tristesa i alegria, desesperació i ganes de viure, enyor i presència...amor i més amor.

Felicitats als autors, actors, músics i a la Fundació d'oncologia infantil Enriqueta Villavecchia, de tot cor, per tanta heroïcitat anònima i necessària.

Un gran homenatge a tots els nostres àngels, tots diferents i únics, però units per la mateixa cadena d'amor.

Petons al cel, Alèxia, segueixes ballant entre les estrelles i dibuixant la nostra llum.




dissabte, 15 d’octubre del 2016

El sentido de la vida después de perder una hija


Han cambiado muchas cosas desde la muerte de mi hija Alèxia, y ahora soy mucho más consciente de la inutilidad de plantearse cuestiones tan trascendentes (en apariencia) como el sentido de la vida, o la búsqueda de la felicidad. ¿Qué sentido tiene la vida para quien vive en la indigencia física, o psíquica? La superviviencia, nada más. ¿Y para aquél que la vida ha transcurrido por un guión preescrito, sin divergencias, donde todo va encajando como las piezas de un rompecabezas, sin sobresaltos? Lo conocido, el presente, como un cuento de hadas. Y, en medio, todos los matices. 

No hay pues una respuesta única, pues sólo existen biografías, perspectivas diferentes que miran la misma luz desglosada por el prisma de sus experiencias, siempre distintas, casi siempre inesperadas. Hasta en la pesadilla de perder un hijo caben mil y un matices: desde la edad (no es lo mismo, pero quizás sí lo es, perder un recién nacido que un hijo de 30 años...), el tipo de enfermedad (larga o fulminante, enfermedad rara o enfermedad conocida...), el motivo mismo de la muerte (enfermedad, accidente, suicidio...) ...siempre están nuestras circunstancias, nuestra biografía única, nuestro caso aunque catalogable, irrepetible.

¿Qué sentido plantearse después de la muerte de un hijo o de una hija? Hasta la misma pregunta pierde fuelle ante la magnitud del desafío, cuando el sentimiento es que hemos perdido todo lo que teníamos y no nos queda nada, absolutamente nada. El sentido de la vida se revela como una cuestión irrelevante, porque hemos perdido todo lo que daba sentido a nuestra vidas.  O así al menos lo vivimos los primeros años...también adivinamos, a medida que pasan las experiencias, que ese sentido no es único, que no es universal, que en definitiva no existe el sentido de la vida en abstracto, sino tantos sentidos como vidas se dan en el planeta.

Pero no somos únicos, ni estamos solos. Nos une el afán de supervivencia, el encarar los mismos retos de protegernos de la intemperie moral y física. La pregunta misma del sentido de la vida es absurda, lo era antes de perder a nuestros hijos, y lo es más todavia después de haberlos perdido. Lo teníamos todo, y no nos queda nada. No éramos conscientes de la sencilla brutalidad de la existencia, no sabíamos de la sinceridad terrible del tiempo, porque el tiempo no existe, lo creamos nosotros con nuestra volundad firme de tejer madejas cada vez más tupidas, hasta que finalmente nos tapan la luz, y perdemos el horizonte.

No vale revolcarse en el dolor, volver una y otra vez a la rabia y la desesperación, aunque a veces ésto no dependa de nuestra voluntad. Tampoco es moralmente honesto hacer de la muerte de nuestro hijo el inicio de una revelación, de un renacimiento a una vida superior que su ausencia definitiva nos ha revelado. Pienso que el camino del medio es la actitud correcta: luchar, no abandonarse, no quedarse en el camino, porque ésto significa morir (metafóricamente), una segunda muerte que probablemente nuestros hijos no querrían para nosotros.

Escribir, compartir, escuchar, correr, gritar, buscar la belleza, llorar desesperadamente cuando nuestro corazón nos lo pida, retomar la memoria no como un pozo, sino como una muleta para seguir en el camino, buscar pequeñas fuentes, dibujar la luz, recordar los buenos momentos, amar su risa, recordar sus sueños, buscar salidas... continuar andando siempre, aunque nos angustie muchas veces el pensar que nunca más volveremos a escucharles, aunque nos desespere el saber que no pudimos prepararles para el dolor, que acechaba en silencio la inocencia de sus vidas.

¿El sentido de la vida, la felicidad? Una trampa de nuestra mente, que busca aferrarse a la inmovilidad del momento, sin saber que nuestra existencia es una miríada de colores: sentimientos, emociones, sensaciones, percepciones, recuerdos, sueños, estímulos, renuncias, deseos, pasiones, impresiones, conocimiento...¿por qué deberíamos fijar la mente en un sólo tiempo, en un sólo estado de felicidad, en un único sentido inamovible?

Es verdad: lo teníamos todo, y ahora no nos queda nada. Hemos tenido que pasar la terrible experiencia de perder un hijo o una hija para descubrir lo poco que a veces valorábamos nuestra vida. Es verdad, es terrible su ausencia, es abominable su muerte, es un crimen sin culpables, pero existe una pequeña grieta para la luz. Esa misma luz que vimos al abrir por primera vez los ojos: la danza de la bondad, la pasión y el sueño. Nuestro tiempo, nuestros recuerdos, nuestro legado.

Porque después de todo, y antes que nada, vida.

Vida

Después de todo, todo ha sido nada,
a pesar de que un día lo fue todo.
Después de nada, o después de todo
supe que todo no era más que nada.

Grito «¡Todo!», y el eco dice «¡Nada!».
Grito «¡Nada!», y el eco dice «¡Todo!».
Ahora sé que la nada lo era todo,
y todo era ceniza de la nada.

No queda nada de lo que fue nada.
(Era ilusión lo que creía todo
y que, en definitiva, era la nada.)

Qué más da que la nada fuera nada
si más nada será, después de todo,
después de tanto todo para nada.

© José Hierro

Cuaderno de Nueva York (1998)

dimecres, 24 d’agost del 2016

Text d'en Pau per l'Alèxia



Tant de bo aquest moment durés fins a sempre. Tant de bo fossis aquí per gaudir d’aquest torrent d’emocions que ens produeix Ca n’Alèxia.

Cala Pudent, Es Mercadal, Es Jaleo, la Oreja de Van Gogh sonant al cotxe...hi ha tantes coses que et mantenen viva dins nostre, que pots tenir per segur que mai t’oblidarem.

Aquest any no ha sigut un estiu més a Menorca, un estiu més on hem deixat la vida monòtona i avorrida de Barcelona enrere. El nostre esperit aventurer ens ha portat a descobrir nous llocs, noves platges, nous al·licients, i fins i tot a descobrir una part de la casa que no coneixíem.

Tant de bo poguessis espiar per una porteta com seguim gaudint de la vida com si fos l’últim dia. Tant de bo aquest moment durés fins a sempre.

El teu germanet


dissabte, 23 de juliol del 2016

Fa vuit anys que ja no hi ets


Capvespre

Quan les aigües del temps s’han reposat
perquè la teva pedra ja és al fons,
continuem encara
mirant cap al racó de la saleta
on avui fa vuit anys que ja no hi ets.
Feta només de temps,
veig com tornes en l’aire del capvespre.
Però, de veritat, ara, on estàs?
I tu, amb un somriure assenyales
la teva mare que, tancant el llibre,
s’alça i també em somriu i encén el llum.

© Joan Margarit
No era lluny ni difícil
(Ed. Proa, 2010)


dijous, 16 de juny del 2016

Summertime

Llega de nuevo el verano: final de curso, fiestas con las amigas, tiempo de descanso y de sueños. Tiempo de cuadernos de vacaciones, tiempo de luz y de proyectos, el solaz merecido tras un curso intenso e inolvidable. Podrás ir al curso de gimnasia rítmica, hija, podrás navegar con tu mejor amiga, podrás volver a bailar en un teatro lleno de magia e ilusiones, podremos ir algún verano a Creta y salir victoriosos del laberinto inesperado.

Los mismos veranos de mi infancia, otros tiempos pero las mismas ilusiones, los mismos sueños: noches que no acaban, azules que explotan en fuentes de luna llena, el silencio de las luciérnagas en un jardín ambiguo donde acaban y empiezan todos los caminos. Recuerdos que perduran para siempre, retazos de perfección que después buscamos juntos en las calas imposibles de nuestra isla. Isla agreste, con arena como nieve de un invierno que olvidó su frío, con guijarros que el tiempo redondeaba como una infancia perenne.

Luego fueron dos agostos o dos desiertos inacabables en el verano tórrido de la ciudad. Una cuidad sola, sin ecos. Una ciudad seca. Silencio, vacío, tristeza, sólo tu lucha rebelde, valiente y pura, en un hospital con vistas al mar de tus abrazos. Un día tomaríamos el camino del agua, saltaríamos las olas que cada mañana llamaban felices a tu ventana. En tu habitación pervivía el verano añil y puro de nuestros sueños más profundos. No había tregua, sólo juego, el batir de unas alas que no querían quemarse en el olvido.

Tiempo de verano. Tiempo de amor. 

Summertime 

One of these mornings
You're going to rise up singing
Then you'll spread your wings
And you'll take to the sky

(cançó de bressol de «Porgy and Bess», de George Gershwin).

TEMPS D'ESTIU

Temps d’estiu,
i la vida és tan fàcil.
Els peixos salten
i el cotó ja és ben alt.

Ton pare és ric
i la mama és bonica.
Així que calla, criatura,
no ploris més.

Un matí d’aquests
et llevaràs cantant.
Estendràs les ales
i emprendràs el vol.

Però fins que arribi aquell matí
res no et fará mal,
amb el papa i la mama al teu costat.

George Gershwin, 1934

dilluns, 28 de març del 2016

GRATITUD


M’agradava quan entraves ballant a la cuina els dissabtes al matí...

...m’agradava la teva il·lusió infinita perquè comencés el curs i jo et despertés amb aquella frase ‘vinga, Alèxia, que és el primer dia d’escola’...

...m’agradava el teu riure decidit i feliç per viure...

...m’agradava el teu amor infinit pels animals i la natura...

...m’agradava quan posaves el teu cap sobre la meva espatlla, tancaves els ulls i m’estimaves...

...m’agradaven aquelles tardes quan seies al darrere de la teva mare i la pentinaves de mil i una maneres...

...m’agradaven tant aquelles caixetes de paper amb sorpreses que ens feies pel meu aniversari i el de la mama...

...m’agradava com et preocupaves i com et cuidaves de les teves amigues...

...m’agradava tant veure’t entrar contenta cada dia a l’escola, el teu cabell saltant i ballant amb el vent...

...m’agradava com jugaves amb els teus cosins i les teves cosines...

...m’agradava la teva passió pel bàdminton...

...m’agradava tant quan jugàvem tots cinc les tardes de diumenge...

...m’agradava quan ens feies aquells còmics com petits llibrets que parlàvem de la nostra família i les seves aventures...

...m’agradava la il·lusió que posaves en totes les petites coses de cada dia...

...m’agradava perquè pensaves que el món era decididament bo...

...m’agradava quan el matí de reis els teus germans t’enviaven perquè em preguntessis si ja podíeu obrir els regals de reis...

...m’agradava molt la teva confiança en la força dels somnis...

...m’agradava com jugaves amb el teu gatet, en Plutó...

...m’agradava veure’t ballar tant seria i concentrada en les classes de ballet de final de curs...

...m’agradava el teu amor infinit pel cant i per la música...

...m’agradava tant com t’agradava fer feliç a la teva mare...

...m’agradava veure’t córrer i jugar amb els teus germans, pels camins blaus d’aquells estius inoblidables a Menorca...

...m’agradava quan em deies que el millor d’acabar l’escola era poder fer els quaderns de vacances...

...m’agradava la teva passió per la màgia i les sorpreses...

...m’agradava veure’t volar a les cadires del Tibidabo...

...m’agradava com brillaven els teus ulls quan dibuixaves i pintaves durant hores i hores...

...m’agradava perquè el teu cor s’assemblava molt al primer dia de primavera...

...m’agradava veure’t créixer i com gaudies creixent i fent el teu propi camí...

...m’agradava tant la teva força enfront de l’adversitat, el teu coratge immens  i la teva determinació per viure...


...m’agrada molt haver-te donat la vida, filla, haver pogut compatir tots aquests anys amb tu, i t’agraeixo humilment totes les coses bones que m’has ensenyat d’aquest món màgic i feliç que trepitjàrem junts...


dissabte, 6 de febrer del 2016

HLA

                                                             Per en Pau i per l’Alèxia

                                                                      Perquè només vosaltres 
                                                                      sabeu el que s’amaga 
                                                                      darrere aquestes sigles.

Tu, mirant sense mirar
per la finestra, ulls closos,
el sol que lluïa aquell matí
radiant del mes d’octubre.

I tu, que li vas donar 
el més profund del teu cos
per buscar el seu renéixer
més enllà d’aquelles cambres
fosques on lluitàveu per la llum.

Després, varen passar 
hores, setmanes, segles
esperant el despertar
d’aquella sitja, però no es 
varen trobar les cèl·lules,
malgrat la seva lluita cega
i desesperada per la vida.

Només vosaltres dos sabíeu
d’aquell moment transcendent
quan tota la felicitat seria
tornar a obrir els ulls, 
i riure.

Germans de vida, germans
que es miren per la finestra,
els ulls per sempre oberts
en aquella tarda eterna
quan us vàreu donar la sang:
un riu d’amor immens
buscant la renaixença.

A. Schoenenberger (Barcelona, 2016)

dissabte, 16 de gener del 2016

When you wish upon a star


When you wish upon a star
Makes no difference who you are
Anything your heart desires
Will come to you

If your heart is in your dreams
No request is to extreme
When you wish upon a star
As dreamers do

Fate is kind
She brings to those who love
The sweet fulfillment of their secret longing

Like a bolt out of the blue
Fate steps in and sees you through
When you wished upon a star
Your dreams come true

If your heart is in your dreams
No request is to extreme
When you wish upon a star
As dreamers do

When you wish upon a star
Your dream comes true




diumenge, 3 de gener del 2016

Llibre d'absències

Dos o tres anys abans de morir, en Martí i Pol va participar en l'aula Carme Serrallonga, de l’Isabel de Villena, l'escola de la Mar, el Pau i l’Alèxia. Recordo que era el curs d’en Pau, pot ser el 2001, i la dona d’en Martí i Pol (la Montserrat) va llegir alguns poemes del mestre. Després, els nens li van dedicar unes cançons al poeta. Recordo el seu somriure perenne, la seva amabilitat, la seva bondat, la serenitat i l’alegria constants que desprenia la seva presència. Han passat molts anys, però tinc un record molt viu d’aquell moment. Ara, llegint aquests versos dedicats a la seva primera dona, la Dolors, no m’he pogut estar de portar-los al blog de l’Alèxia. Parlem de tu és un poema que parla de l’absència, però sobretot evoca aquells moments quan penses en el teu ésser estimat amb un amor infinit, que per uns moments ho inunda tot, fins i tot la tristesa per la seva absència, parla d’aquells moments quan, a voltes, el record no és necessari, perquè portes la persona estimada tan endins, que ja forma part indivisible de la teva vida. Parlem de tu.




                  Parlem de tu

Parlem de tu, però no pas amb pena.
Senzillament parlem de tu, de com
ens vas deixar, del sofriment lentíssim
que va anar marfonen-te, de les teves
coses parlem i també dels teus gustos,
del que estimaves i no estimaves,
del que feies, deies o senties,
de tu parlem, però no pas amb pena.

I a poc a poc esdevindràs tan nostra
que no caldrà ni que parlem de tu
per recordar-te, a poc a poc seràs
un gest, un mot, un gust, una mirada
que flueix sense dir-lo ni pensar-lo.

Miquel Martí i Pol
Llibre d’absències
1985