diumenge, 7 de setembre del 2025

Abriendo paso al rayo

 Barcelona, Albert Bellmunt

Desde que te fuiste, Alèxia, te he vivido en muchos sueños.


Que estabas con nosotros en otro tiempo, viva, un tiempo extraño porque una grieta de consciencia me decía que no era posible, que la enfermedad vendría, pero tu vivías alegre en ese tiempo regalado y sin fisuras...


Otras veces estabas sola, paseando perdida en una playa lejana y yo te gritaba por tu nombre, desesperado, quizás desde otra dimensión, porque tú no me oías...


O vivías, ya mayor, en un apartamento, sola, emancipada, y por la noche subías a la terraza y yo iba a verte y te encontraba acurrucada, dormida, esperando que alguien te llevase de nuevo hasta tu casa...


O que estabas jugando con tus amigas, del todo ajena a lo que yo sabía que después vendría: la enfermedad, el dolor, la lucha por la vida...y así muchas otras noches en que estamos juntos, como si nada hubiese sucedido, y somos dichosos en esos instantes mágicos...


Ahora sólo te vivo en sueños, hija, pero son sueños reales, irrepetibles, otras vidas que circulan en el universo donde yo te siento presente junto a mí y me emplazo a que esos momentos no se acaben nunca...


Por eso espero paciente esas noches cuando vienes, como dice Rafael Guillén en su precioso poema titulado Abriendo paso al rayo, ‘... como una paz lejana / ... como un aroma de vaguadas y montes, cabalgando / a lomos de la tarde / ... / tal vez por un atajo / de alguna dimensión desconocida’.


Abriendo paso al rayo


Ella vendrá, saladamente húmeda,
tenuemente velada
por el polvo de agua que liberan
las olas al romper.

Ella vendrá por los acantilados.


Uno por uno, intento
ir forzando los límites. Y espero.
No sé que espero, ni por qué. Es un modo
de reclamar mi parte de aventura.


Ella vendrá. Vendrá desde la noche.
Como un débil galope que se acerca.
Como el recuerdo de una risa. Como
el eco de las voces que, otros tiempos,
habitaron la casa abandonada.
Ella vendrá. Yo creo en el misterio.


La fe en lo transparente, en lo que existe
alrededor de la materia; el vago
presentimiento ilógico; el deseo
me salvará. Yo creo
en la otra mitad de lo visible.


Ella vendrá, saliendo del espejo.
Sonriendo desde un retrato antiguo.
Será un leve crujido en la escalera,
el ruido de unos pasos por el techo,
una cortina que se mueve, un vaso
de cristal que se rompe sin tocarlo.


Ella vendrá, como una paz lejana.
Vendrá como un aroma
de vaguadas y montes, cabalgando
a lomos de la tarde.
Ella vendrá al final, no sé por dónde;
tal vez por el atajo
de alguna dimensión desconocida.


Ser hombre es resistirse.
Ser hombre es cometer, conscientemente,
un pecado de lesa desmesura.
Ser hombre es ser testigo de lo absurdo.


Ella vendrá, engarzada en una chispa
de pedernal. Abriendo paso al rayo.
Deslumbrante en la proa
de una infinita luz que se aproxima.


Rafael Guillén (1933 - 2023)

De: Límites, (1968-1970)
Editorial Alhulia 2003©
ISBN: 84-96083-00-4



Silenci en una cortina d'aigua.        Carme


diumenge, 17 d’agost del 2025

Noche de San Juan


 Todo es breve, decimos. Quién podría negarlo.

Vívelo así. No temas.

Cuando en tus manos haya una verdad,

siéntela en lo profundo,

sin desengaños ni lamentaciones,

hasta que la hagas tuya.

Entrará con sus risas y sus lágrimas

en el secreto de tu intimidad,

y tú en el suyo y en lo que te otorga.

Cuánta emoción ocurre

en una vida efímera, porque no hay vida breve,

aunque temamos la fugacidad.

Qué mayor extensión que un solo instante.

Alza los ojos, mira las estrellas:

dentro de ti palpitan

en la mágica noche del solsticio,

la noche en que empezaras

hace ya tanto tiempo a respirar.

Hoy sucede otra vez, y en ella naces.

Se halla tu pobre vida

llena de eternidad, llena de mundos.

Todo está comenzando.

Este principio busca pervivir; 

duración que no es grande ni pequeña:

tan solo cumplimiento.

En las estrellas que en tus ojos brillan

y que refulgen en tus ilusiones,

nada hay desbaratado ni sin dueño.

Brota el mirar lo mismo que una música.

No muestra el cielo restos inservibles,

despojos de los días

como los que crepitan aquí abajo

en las hogueras de esta noche hermosa.


Eloy Sanchez Rosillo 

Venir desde tan lejos (Tusquets Editores, 2025)






dissabte, 21 de juny del 2025

Esta mañana, amor, tendrías treinta años


Con los primeros lirios

y las primeras rosas de las huertas,

en una tarde azul, sube al Espino,

al alto Espino donde está su tierra...

A. Machado


Treinta veranos hubieras vivido

si aún estuvieses con nosotros:

la casa junto al mar, ardiendo,

los largos atardeceres en playas de ensueño

las cabriolas de los caballos en las plazas

las mágicas canciones de una guitarra sola

la ilusión de un mar cristalino en tu cuerpo

o la magia de la luz naciendo en tus orillas.

Treinta ciclos de inviernos y primaveras

que esperabas gozar ardorosamente viva,

la pasión del saber y de la danza

esa desbordante alegría que brotaba

sin cesar en cada día que iniciabas:

¿Qué libros hubieras leído, qué países visitado,

qué mar hubiera sido el destino de tu barco,

quién te habría herido, a quién habrías amado?


Ahora, que es el tiempo del fuego

y de la luz que tanto esperabas,

que vuelve a mi tu esperanza

desde aquellos días cuando luchabas

para salvar tu destino del incendio,

quiero darte mi voz a cambio

de todos estos años que no has vivido,

hoy, cuando hubieras abrazado

este nuevo verano que despierta:

treinta años que relucen mágicos, amor,

en esta llama azul naciendo de la tierra.


Albert Bellmunt

Barcelona, 21.06.25


                                                                    Carme



diumenge, 4 de maig del 2025

La rueda


Todo radica

en nuestra posición

en la rueda.

Si excéntrica, entonces

giras y mueves

las grandes poleas

del mundo: la harina

para seguir batiendo

o los telares, para cobijarnos

de la intemperie.

Si en el centro, entonces

contemplas inmóvil

el transcurso aparente

del tiempo en el crujido

del pan y en las casas

erigidas contra la tormenta.

Sólo va de unos centímetros:

la rueda es la misma,

nuestro cuerpo permanece

un tiempo idéntico,

ya sea girando

y moviendo mundos,

ya sea en el centro

mirando mundos

nacer y evanescerse.

Podemos elegir

nuestro lugar en la rueda

pues la rueda no existe,

es una simple nube

de pensamiento fugaz

que construimos para vernos,

una historia para dilatar

el silencio que nos rodea,

un espejismo para celebrar

nuestra incompetencia

para entender el mundo.

Cierras los ojos

y la rueda desaparece,

las existencias encadenadas

se hacen humo, liberándose,

las civilizaciones se derrumban

en ruinas de sabiduría.

Sólo un pensamiento perdura:

deshacer la rueda

deshacer la rueda

y verla partir, diáfano

infante envejecido,

contigo, observador invariado,

anclado en el centro

del vacío ensordecedor

donde nace la música,

el ser sereno que escucha

este epitafio redondo

que rueda y rueda sin cesar

desde un centro remoto

de gravedad impermanente.


Albert Bellmunt

Barcelona, 23.03.25


Caldes de Montbui.   (Carme)


diumenge, 23 de març del 2025

Basculant sobre l'abís


 Pròsper


M'he tornat una gran roca 
basculant sobre l'abís;
fa segles que el sol em toca
i l'huracà em porta avís
que és la força que enderroca,
però que amb mi es fa submís.

Temple d'alzines sureres:
veig cimals i torrenteres,
no hi ha gent al meu redol;
m'embriago de silenci
mentre espero que comenci
l'encesa posta de sol.

Sortiu, ara, dels vells nius,
bruixes, dimonis i grius,
a la sabàtica festa,
ompliu la volta celeste,
que jo sóc, entenebrit,
el magià de la nit.



JOAN VINYOLI

A hores petites, 1981


El Rocar (Santa Coloma de Farnés)


dijous, 16 de gener del 2025

Dejé de vivir cuando te fuiste


Per la meva filla Alèxia


Dejé de escribir

cuando te fuiste:

las ramas encumbraban

los caminos, donde

caían y caían los versos

ansiosos de remontar

la luz y poder abrazarte,

dejé de sentir, amar,

vibrar con las olas

del mar y recoger

el tierno fruto

de tu cuerpo bailando

en el origen del mundo.


Dejé de vivir

cuando te fuiste,

tan hondo el dolor

y tan lejano el cielo

de aquellos días claros

cuando reías y reías 

al llegar la primavera

o cuando en verano

quemábamos el deseo

al zarpar la nave 

hacia puertos lejanos

donde viviríamos 

el cumplimiento feliz

del derecho a amarnos

y amar hasta los huesos.


Dejé de mirar y tocar

cuando te fuiste,

se apagó hasta el silencio

y no sabía donde pisar

sin cortarme los pies,

en la afilada soledad 

del blanco papel

quemaba mis manos

deseosas de piel

ávidas de tu voz

buscando nuevos versos.


Cuando te fuiste

solo veía negra luz:

tanto dolor solo podía

quemarme el aire

que respiraba, tozudamente

vencido de lágrimas,

y gritaban, repetían

tu ausencia los gemidos

en una tormenta oceánica

de cuerpos a la deriva,

y las aves no sabían

hallar sustento al vuelo

porque el viento

dejó de ser la promesa

innombrada de la luz.


Ahora sólo busco

cerrar los ojos 

y verte, verte detrás

de tanto velo roto,

verte un instante

eterno

y quedarme así

contigo, abrazado a ti,

viendo brotar la luz

en un último, primer 

amanecer del mundo.


Barcelona, 16 de enero de 2025


Retrat de l'Alèxia, de la seva germana Mar 


diumenge, 12 de gener del 2025

Amarillo

 Todos los amarillos de este otoño

se irán,

pero habrá un amarillo

por siempre en la memoria,

será una miel benéfica

para este corazón ya tan herido,

quedarán unas hojas

allá en las ramas altas

temblando

y ese temblor expresará 

la vibración que siempre te acompaña,

que aletea en tu vida, pajarillo

que se posa en la rama

más frágil y mantiene

su fulgor en el aire.

Todos los amarillos de este otoño

se irán

mas habrá un amarillo en la memoria

que es corazón y pájaro

y temblor y aleteo

para hacer de tu vida

una aventura hermosa.


José Luis Puerto

Trazar la salvaguarda (2012)


Gafarró.           © Carme Martorell